martes, 30 de agosto de 2011

Entrevista a SENOGUL - Agosto 2011 (1a parte)


El grupo asturiano SENOGUL ha editado su tercer trabajo discográfico, un álbum que recupera el tono progresivo desarrollado en su álbum debut y trasnmite claramente la experiencia vivida durante estos años. A continuación tenéis la entrevista realizada a los miembros del grupo, donde nos cuentan sus opiniones y vicisitudes para la realización del álbum, así como algún detalle mas que interesante.

“nuestra música puede resultar incomprensible o poco digerible por la masa en general y suele ser más apreciada entre los músicos y los oyentes experimentados y de mente abierta…”
Pablo de SENOGUL

- Entrevista a SENOGUL (Agosto 2011) -

J: - Además de Senogul, a nivel particular estáis inmersos en varios proyectos ¿Podríais hablarnos de ellos?

Eduardo: todos los miembros de Senogul solemos implicarnos en otras actividades musicales paralelas al grupo. En mi caso, intento mantener una trayectoria sólida como instrumentista de estudio y de directo junto a otros músicos, siempre que el proyecto me interese; también como arreglista y, en ocasiones, director musical. El folk, el jazz y el pop siempre me han atraído mucho, al igual que la música académica y los discursos de fusión. Uno de los más próximos a la filosofía de Senogul ha sido Cuac!, cuarteto en el que milité junto a Pedro A. Menchaca y cuyo disco debut publicamos con Disconsonancia. También como musicólogo me dedico mucho a investigar y a escribir artículos sobre rock progresivo, profundizando en el análisis estilístico y en los elementos socio-culturales adquiridos en la escena de la Transición española. De hecho, es uno de los temas fundamentales de mi tesis doctoral, algo que también estoy llevando a cabo con un grupo de investigación internacional integrado por distintos especialistas y autores interesados en el estudio del género.

Pablo: después del segundo disco de Senogul comencé a componer y grabar temas a los que podría denominar como “folclores imaginarios”, pues utilizo instrumentos de todos los continentes, elaborando unas composiciones totalmente eclécticas y libres, inclasificables desde el punto de vista estilístico. Cuando reúna una duración musical suficiente pretendo editar estos temas como algo íntimo y totalmente personal, pero que me gustaría compartir con todo aquel que esté dispuesto a escuchar. Aparte, fundé junto al acordeonista Alejandro M. Ares el proyecto denominado Melange, con el que editamos un único disco hasta la fecha (bajo el sello de Disconsonancia) en el que tratamos diferentes tipos de música (tango, pasodoble, forró brasileño, clásica española, psicodelia, etc.), siendo el acordeón el instrumento principal. En Melange actúo como compositor, intérprete y productor. Actualmente también ofrezco mis servicios a quien me requiera como “pintor de sonidos” o “alquimista sónico” en sesiones de grabación o música en directo.

Pedro: yo he editado un disco en solitario, Arco iris de lluvia ácida, bajo nuestro sello Disconsonancia. Es una recopilación de composiciones propias de estos últimos años, donde colaboran músicos de la órbita de Senogul. También sigo participando en la célula de libre improvisación Colmena, y en cualquier “bombardeo” al que me llamen para hacer sonar cosas.

Israel: por mi parte, desde hace años compagino mi actividad en Senogul con la de guitarrista de la Gigia Sax Band, una big band en la cual hacemos versiones de clásicos de los últimos 50 años. Por otro lado, siempre estoy abierto a colaboraciones como músico de estudio o en directo. Así, ha sido un placer poder aportar mi granito de arena a los trabajos de Pablo en Melange y al primer disco en solitario de Pedro. También he vuelto a reencontrarme con Misha Goldfarb y su Estudio Ardilla & Feedback, con quien estoy colaborando de nuevo como músico de sesión y con un par de actuaciones ya programadas acompañando a varios coros de voces blancas. Recientemente he puesto mi guitarra al servicio del 15M en Gijón, participando en la grabación de un CD que podríamos definir como la banda sonora del movimiento. Finalmente, llevo un tiempo grabando temas para el que será mi primer trabajo en solitario, concebido básicamente en formato de dúos con otros músicos, y en el cual me gustaría que estuviesen involucrados todos los miembros de Senogul.

J - ¿Qué otros proyectos habéis compartido bajo el nombre de Senogul?
Eduardo: como grupo hemos desarrollado varias actividades como la creación de Disconsonancia, nuestro propio vehículo para sacar a la luz trabajos discográficos que cuenten con algún miembro del grupo y que lleven una filosofía estética similar (ya tenemos tres entregas publicadas), la configuración del fondo sonoro para la exposición El viaje en tres dimensiones. Fotografía estereoscópica del transporte en Asturias (1900-2008) –realizado a partir de material de estudio ya conocido– o el arreglo y el registro de una pieza inédita en homenaje al músico asturiano fallecido en los 80 Berto “Turulla”, a partir de motivos inspirados en su estilo o procedentes de algunos de sus grupos más representativos.

J - El trabajo Orfeo: a ba-rock opera ¿Fue llevado a escena y/o publicado al final?

Israel: la adaptación de la ópera de Monteverdi L’Orfeo, favola in musica, realizada por el director italiano Massimiliano Toni, fue llevada a escena en verano de 2009, dentro del Festival de Música Antigua de Gijón. Por desgracia, no se conserva una grabación de buena calidad del evento –aunque sí hicimos alguna grabación puntual en estudio a nivel promocional–, por lo que no sería posible publicar material de aquella representación. El evento y sus intensas sesiones de ensayo marcaron un antes y un después en Senogul. La experiencia influyó en la dinámica de trabajo del grupo y nos enriqueció mucho musicalmente. El hecho de tocar bajo la batuta de un director de orquesta, trabajar con partituras, tocar con una sección de cuerdas, grupo de cámara, banda de saxos y cantantes líricos... todo ello supuso un salto de calidad en la banda, nos abrió aún más nuestras miras e hizo que Senogul ganase en matices y sonoridad. Nuestro último trabajo, Senogul III es en cierto modo herencia del trabajo realizado durante aquella intensa primera mitad de 2009.

J - ¿Cuál es vuestra forma de entender el rock progresivo?

Eduardo: es muy complicado definir el rock progresivo, pues depende mucho de lo que quieras explicar. Además, el término ha sido utilizado para definir distintas coyunturas y creo que no se entiende igual lo “progresivo” en los 60 que en los 00, al igual que el propio “rock”. En el caso de Senogul, lo progresivo se entiende como algo actitudinal. Es decir, buscamos trabajar con todas aquellas referencias artísticas que nos motivan y nos rodean, integrándolas en nuestro propio lenguaje y tratando de utilizar dichos códigos (pues al final todo son códigos) en pos de un mensaje universal. Si utilizamos gaitas, guitarras eléctricas o arpas de boca es lo de menos. Vamos al contenido. Me identifico con la idea de trascendencia del arte, la búsqueda de ir más allá. Por otro lado, tampoco me obsesiono con un afán de renovación porque sí. Hay mucha música que no es rompedora pero que puede transmitir una idea o un valor artístico interesante.

J - El segundo trabajo oficial de Senogul fue Concierto de evocación sonora, donde os pasasteis del sinfo-prog al Folk World Music ¿Qué os ha aportado este proyecto tan arriesgado al concepto musical del grupo?

Eduardo: yo destacaré, fundamentalmente, la integración del silencio en nuestra visión musical (notas tenidas cuyo sonido se desvanece de forma natural, ausencia de motor rítmico en algunos pasajes e incluso la propia irregularidad en las repeticiones). Significó mucho, tanto para nuestro proceso auditivo como para plantearnos la composición y la evocación musical desde entonces.

Pablo: nos ha supuesto abrirnos mentalmente a otras dimensiones de la música, un giro de 360º, rompiendo las barreras o clichés del rock en todas sus formas. Con ese disco hemos aprendido mucho, especialmente en cuanto al manejo del sonido en sí y a la utilización del estudio de grabación como un instrumento más. Cabe citar que nosotros no usamos samplers en nuestros discos y que todos los sonidos que se recogen en ellos son grabados por nosotros mismos (por ejemplo los sonidos de pájaros pueden haber sido grabados in situ por nosotros, en un bosque, o simplemente recreados mediante la utilización de reclamos de caza). El haber pasado por este segundo disco, nos ha aportado mayor madurez como compositores e intérpretes.

J - Contadnos cómo han sido esas colaboraciones con la institución finlandesa "Colossus Projects" ¿Es cierto que obligan a utilizar teclados 70's (Hammond, Moog, Mellotron, Fender Rhodes, Grand Piano etc.) nada de loops, ni baterías programadas ni sonidos digitales de los 80's - 90's y que el sonido final fuera los más parecido a Museo Rosenbach, PFM, Banco, Le Orme, Latte e Miele?

Eduardo: es cierto que en la mayoría de estos proyectos suelen mostrar una predilección por el aspecto más vintage de los patrones formales del rock progresivo de los 70. Ellos te envían una serie de instrucciones de lo que buscan para cada proyecto y, en ese sentido, nosotros nos amoldamos. En cualquier caso, en todas nuestras experiencias (muy gratificantes, por cierto), siempre hemos aportado algún elemento típicamente “Senoguliano”, algo que también otorga un matiz más personal en una trayectoria discográfica tan extensa como la de “Colossus Projects”.

Israel: la experiencia con Colossus ha sido muy positiva para el grupo. Nos ha colocado en una nueva tesitura para nosotros, que es el trabajar con unos requerimientos bastante específicos: versionar temas de bandas sonoras de películas italianas de los años 70 (en nuestra colaboración para Cani Arrabbiati: opening themes… a tribute), evocar musicalmente una historia de terror (en The Tales of Edgar Allan Poe: a syNphonic collection) o un cuento de Boccaccio (en Decameron – Ten days in 100 novellas, aún por publicar). A esto se unen unos requerimientos en cuanto a instrumentación y duración de los temas para cada uno de los proyectos.

J - Eduardo, paralelamente y personalmente has colaborado en el disco de The Samurai of Prog ¿En qué consiste esta colaboración?

Eduardo: tras haber participado con dos composiciones propias en Iliad: a grand piano extravaganza, un doble disco grabado exclusivamente con pianos de cola, me propusieron colaborar en este singular disco de versiones de clásicos del rock progresivo. La base de Samurai of Prog son Marco Bernard (antiguo bajista de Elektroshock), Kimmo Pörsti (baterista de Mist Season) y Steve Unruh (voz, guitarra, violín y flauta, miembro de Resistor), sumándose algunos colaboradores de lujo como Roine Stolt, Michael Manring o Jonas Reingold. En mi caso, colaboro junto al guitarrista serbio Srdjan Brankovic (de la banda de metal progresivo Expedition Delta) en una versión de “Jerusalem” (versión, a su vez, de Emerson, Lake & Palmer) con ciertos aromas góspel.

J - Encuentro como señas de identidad de vuestra música la improvisación y ese espíritu libre de vuestra forma de componer. Hay componentes fijos como el sonido étnico, la tímbrica y variedad percusiva, el jazz, el canterbury, el RIO, el rock andaluz... todo esto forma un concepto ecléctico que hace difícil encasillar vuestra apuesta pero en contra a su favor abre el abanico de posibilidades en cuanto al abanico de progfans que os escuche: Supongo que en lo primero os dará igual eso de etiquetar vuestra música pero en lo segundo ¿Qué pensáis de tener un público poco heterogéneo?

Pablo: nuestra música puede resultar incomprensible o poco digerible por la masa en general y suele ser más apreciada entre los músicos y los oyentes experimentados y de mente abierta. No obstante nosotros componemos lo que nos sale del alma, sin preocuparnos de etiquetas o de que podamos llegar a más o menos público. El hecho de que seamos tan inclasificables es un desafío a la hora de vender discos, entrar en ciclos de conciertos, etc. De todos modos, no hace falta entender la música para disfrutar de ella, simplemente hay que sentirla (uno no necesita ser especialista en botánica para pasear por un bosque y disfrutar del paisaje forestal). Dentro del rock progresivo hay muchas corrientes, sub-etiquetas o movimientos; creo que si alguien se cierra únicamente a uno de estos estilos en sus escuchas, difícilmente podría disfrutar de la totalidad de un álbum de Senogul. Por otra parte, es siempre interesante saber qué temas le gustan más a los oyentes del mundo el progresivo. Hay gente que detesta las sonoridades ibéricas y el “Sopa colorá” puede resultarle tedioso; sin embargo otros oyentes afirman que es su pieza favorita del disco. Para gustos, colores, y lo que no le falta a nuestro nuevo disco es precisamente color.

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The Nightstalker - Pijamas 

Entrevista a SENOGUL - Agosto 2011 (2ª parte)

J - Un elemento característico de vuestra música es la faceta étnica, en algún momento me recordáis a XII Alfonso y en otros, en vuestra faceta mas enrevesada a King Crimson. ¿Esto es un aspecto que cuidáis en especial o sale de forma espontánea, me refiero al hecho de huir de sonar o clonar a otros grupos?
Pablo: a este respecto puedo afirmar que nunca buscamos conscientemente sonar a ningún grupo y creo que actualmente hemos encontrado nuestro propio estilo y sonido: ni buscamos nada, ni huimos de nada, simplemente somos nosotros. No obstante, es inevitable que algún pasaje pueda sonar al estilo de algún grupo del mundo del rock progresivo, porque es un estilo que todos hemos “mamado” ampliamente durante años y lo llevamos grabado a fuego en el subconsciente. Si algo nos gusta no nos importa que se parezca al estilo de Gentle Giant o Curved Air, por ejemplo. Es gracioso que a veces cuando estamos ensayando o componiendo bautizamos alguna parte con un nombre. A veces decimos cosas como “vamos a retomar la parte Weather Report”, porque puede recordarnos al estilo de ese grupo, por citar un caso. En el caso de la parte de marímbula eléctrica del “Pijamas”, compuesta por mí, cuando comienza a sonar el e-bow de Pedro suelo hablar de la sección “Goblin” sin que me haya inspirado necesariamente en ese grupo para componerla.

Israel: Como bien dice Pablo, el estilo de Senogul nace de forma espontánea. No existe una intención consciente de no-sonar-a-nadie o de componer siguiendo unas pautas o estilos determinados. Vamos creando la música tal cual la sentimos en un momento determinado de nuestras vidas y todo surge de un modo muy natural. De ahí que no existan dos temas nuestros que suenen igual y que no puedas escuchar un único tema y decir “así suena Senogul”. Esto supone que nuestra música, siempre con un marcado espíritu progresivo, recorra una gran variedad de estilos, sonoridades e instrumentación a lo largo de nuestros trabajos discográficos. Hay a quien le gusta cada elemento de esta amalgama o fusión y obviamente siempre habrá quienes no terminan de entrarles a ciertos temas, bien porque suena un acordeón y resulta no ser su instrumento predilecto, porque en un momento dado jugamos con la música brasileña, etc. Como en cualquier faceta de la vida, somos conscientes de que no es posible agradar a todo el mundo y no es algo que nos preocupe. Afortunadamente, como ya hemos comentado en otras ocasiones, que Senogul no sea nuestro medio de vida nos permite tocar la música tal como la sentimos.

J - ¿Podríamos asegurar que con este tercer disco volvéis de una forma intencionada a la sonoridad del primer disco?


Eduardo: creo que más que intencionado, es nuestro registro natural actual. La música la sentimos así en estos momentos y así la plasmamos. Por eso, a la hora de valorar la producción musical de un artista con una larga trayectoria no podemos criticar per se una voluntad de cambio por necesidades artísticas. Creo que es lógico que, con el paso de los años, los músicos necesiten renovarse y cambiar ciertos elementos. Pasa en todos los ámbitos de la vida.


Israel: para mí, eso es precisamente “progresar”. Es decir, si un músico no siente la necesidad de avanzar, experimentar, evolucionar, creo que no es muy merecedor de la etiqueta “progresivo”. Todos en Senogul somos músicos inquietos y grandes consumidores de música, lo cual nos lleva a interesarnos por diferentes estilos y modos de entender y disfrutar la música, por lo que nuestra evolución es inevitable. Sí es cierto que en Senogul III el rock vuelve a estar más presente como base de nuestra propuesta, tras una incursión en la “música progresiva” (desprovista de esa etiqueta “rock”) en nuestro Concierto de evocación sonora.

J - Este tercer trabajo me suena más maduro, mejor producido y los temas más compactos que en el primer disco, ¿A grandes rasgos a qué es debido? ¿Quién se ha encargado de la producción? ¿Estáis satisfechos?

Pablo: desde el año 2007 hemos invertido muchas horas en los estudios de grabación, hemos comenzado a grabarnos también nosotros mismos (algo que ayuda mucho a conocerse mejor a uno mismo, con sus virtudes y carencias), hemos trabajado con músicos de diferentes ámbitos y prácticamente todos nosotros participamos como músicos de sesión o de apoyo para otras agrupaciones o solistas de diferentes estilos, en estudio y en directo. Esto nos ha hecho mejorar mucho como compositores, arreglistas e intérpretes. También es verdad que quizá ahora tendemos a desarrollar más una misma idea musical, a darle vueltas, construirla y deconstruirla y sacarle más partido que en el primer disco, donde era común escuchar un montón de ideas consecutivas sin que ninguna de ellas se viese sometida a un desarrollo importante. Creo que parte de la madurez del grupo reside en estos motivos. En cuanto al sonido, la mezcla y masterización la ha llevado a cabo Ángel Berdiales, al igual que los dos primeros discos. Después de tantas grabaciones y horas de estudio nos conoce bien musical y personalmente y eso es decisivo para conseguir el resultado deseado. Ángel es una persona abierta de mente y su experiencia con el estudio creció exponencialmente desde que empezó la grabación del primer disco de Senogul. Contamos con medios de grabación modestos, pero el resultado es óptimo porque nuestro técnico sabe manejar muy bien todos los aparatos de los que dispone y sacarles el máximo partido. De nada sirve tener la nave de Star Trek delante si no la sabes ni hacer despegar. De todos modos, nuestro deseo es siempre el de mejorar en todos los aspectos.


J - Explicadnos el significado de la portada.


Israel: tanto nuestra música como los libretos de nuestros discos buscan en muchas ocasiones evocar sensaciones o imágenes en el oyente. Obviamente, el mejor ejemplo es nuestro anterior trabajo, el Concierto de evocación sonora para conjunto instrumental. La portada de Senogul III es un nuevo intento de catalizar una reacción en el espectador. Su gran impacto visual radica en su originalidad, en esa sensación de “inestabilidad” que se siente al observarla (una figura enmascarada en equilibrio meta-estable). Es una imagen que evoca una sensación y un significado diferente en cada observador. Nuevamente jugamos con la idea de que nuestros oyentes se hacen con un producto al que ellos mismos deben dar su propia interpretación, que en sus manos adquiere su significado final.


Pedro: curiosamente, las fotos del artwork ya existían antes del disco, no se hicieron pensando en que iban a acabar aquí. Lo único que hicimos fue rescatarlas del interesantísimo archivo de su autor, el fotógrafo Noé Baranda.


J - Ser profeta en tu tierra es difícil. Grabar para Musea sabiendo que no dispone de venta en España ¿Es una decisión que subraya mi afirmación?


Israel: en realidad la decisión de escoger a Musea como distribuidora de nuestro trabajo en el extranjero (contamos también con Azafrán Media en Latinoamérica) deriva de nuestra experiencia con nuestro segundo disco. En aquella ocasión decidimos lanzar el Concierto para evocación sonora con una discográfica española, Margen Records, quienes llevaron la distribución dentro de nuestras fronteras, encargándonos nosotros mismos de la promoción y venta en el extranjero. No tardamos en darnos cuenta de que la tarea era demasiado ardua para poder llevarla nosotros mismos. Por ello, en esta ocasión hemos decidido hacer justamente lo contrario. Delegamos la distribución en el extranjero y la venta en formato digital y nos reservamos para nosotros la distribución dentro de España, pues ya conocemos mejor el mercado y tenemos los medios y contactos necesarios para llevarla a buen puerto. Tras apenas un mes desde la edición del disco, ya estamos convencidos de que hemos tomado la decisión correcta.


J - Siendo así. ¿Como se puede comprar vuestro disco?


Eduardo: Para comprar nuestro disco en España, tenemos un botón paypal en la sección discografía de nuestra Web (www.senogul.com). Tan sólo hay que pinchar en el icono de la portada de "Senogul III" y allí se encontrará el link de paypal. También pueden mandar un m@il directamente a info@senogul.com Nosotros mismos respondemos los mensajes, así que puede ser una forma más directa de contactar con nosotros y también de intercambiar impresiones, algo que animamos a todos los aficionados. Nos gusta mucho saber vuestra opinión.


J - Se me antoja corta la duración del trabajo, no supera los 48 minutos, más contando que el tema "The Black Cat" ya lo habíamos escuchado del álbum The tales of Edgar Allan Poe: a syNphonic collection en el 2010 ¿Qué os ha hecho decidir que el álbum sea de corta duración?


Pablo: lo bueno, si breve… la duración es algo que tuvimos muy en cuenta en este disco. Nuestro primer disco superaba los 70 minutos y en él se aglutinaban todos los temas que teníamos compuestos y finalizados hasta aquel momento. Para algunos oyentes 70 minutos pueden resultar excesivos, a pesar de todo, creo que nuestro primer disco se escucha fácilmente dada la variedad de sonidos y estilos. Nuestro segundo disco rondaba los 60 minutos y descartamos algunas piezas que iban en consonancia estilística con el mismo para darle más coherencia a la estructura. En nuestro tercer disco sucede algo similar, actualmente tenemos grabados y listos unos 3 temas más, que no incluimos en el disco por motivos de coherencia artística. Queríamos hacer un álbum sólido y coherente y por eso decidimos que con los temas que finalmente se han incluido nos quedaría un disco redondo.


Israel: cuando un disco tiene una duración muy extensa, como puede ser el caso de nuestros primeros trabajos, siempre corres el riesgo de que las últimas piezas desluzcan un poco por el “cansancio” acumulado de la escucha (máxime teniendo en cuenta que este estilo no es de fácil asimilación para mucha gente). Es lo que yo siempre he sentido por ejemplo al escuchar “La mulata eléctrica”, situada casi al final de nuestro primer disco. Tras más de 50 minutos de música creo que la mente no está lo suficientemente fresca para afrontar una larga suite de rock andaluz. En Senogul III cerramos con nuestro tema más largo hasta la fecha, con casi 14 minutos, por lo que me gusta escuchar que al finalizar el disco el oyente se queda con ganas de más. Creo que en la actualidad, y dado que los trabajos se editan en formato CD, se espera que los discos tengan una duración más extensa que hace unas décadas, como si hubiese que aprovechar forzosamente hasta el último surco del CD. Nuevamente, no podemos agradar a todo el mundo, y todo depende del cristal con que se mire. Si lo piensas, 48 minutos es una duración considerable si tenemos en cuenta que el Close to the Edge, disco referente en el rock progresivo, no llega a los 38 minutos.


J - ¿Qué temas de este tercer album fueron concebidos en fase de elaboración del primer o segundo trabajo?


Eduardo: hay un poco de todo, efectivamente. El germen de “Pijamas” y de “Sopa Colorá” están más cerca, cronológicamente, del primer álbum que del segundo; “La serpiente de Jade” y “Paraná” se empezaron a grabar en las sesiones propias del disco de Melange, aunque se acabaron descartando por acabar desarrollándose más próximas a la filosofía de Senogul; “Tales from Buanga” ya lo tocábamos en directo –como introducción a “Dr. Gull III”– desde 2009; “The black cat” se compuso ex profeso para el citado proyecto de Colossus y la idea de trabajar con una pieza de gamelan ya la teníamos pendiente hace años, al igual que trabajar con un pasodoble (lo que materializamos en el álbum de Melange). Sin embargo, el acabado final de todas las piezas ya se hizo pensando en este nuevo álbum.


J - El toque de jazz incluso algún pasaje de Canterbury sigue presente en la música de Senogul ¿Quién tiene la culpa? ¿Y de que sonéis a ratos al King Crimson más científico, sesudo y caótico?

Eduardo: resultaría un poco reduccionista intentar identificar ciertos elementos estéticos con cada instrumentista, puesto que hay bastante mezcla de personalidades. Por la parte que me toca, a mí me gusta mucho la armonía y los ritmos Canterbury (tipo Dave Stewart), al igual que los devaneos jazzísticos, pero no creo que sea algo exclusivamente mío en la banda.


Pablo: son característicos de la banda pasajes en los que la suma de elementos sencillos da lugar a un esquema complejo en el que cada línea instrumental encaja a medida con las demás como un puzzle. Este tipo de estructuras también son características de grupos como King Crimson.


J – Contáis con un buen elenco de invitados en este disco ¿Cómo surgió la idea y como fue el contacto con ellos?


Pablo: en Senogul todos somos seguidores y buenos conocedores del rock progresivo nacional y cuando nos pusimos a componer, por ejemplo, el “Sopa Colorá”, no dudamos en contactar con músicos de Guadalquivir (una banda a la que todos admiramos por su tremenda calidad y sentimiento) para invitarles a participar con nosotros en la grabación, a lo que accedieron encantados desde el primer momento, algo a lo que estaremos siempre agradecidos. En el caso del “Paraná”, yo estaba grabando ese tema con el objeto de incluirlo en el proyecto Melange; quería sustituir unas partes vocales de Airto Moreira por solos de sintetizador y para ello pensé en Marcos Mantero, que ya era amigo mío hace tiempo. Marcos maneja muy bien los sintetizadores analógicos y tiene un sentimiento melódico estupendo, además es también admirador del teclista uruguayo Hugo Fattoruso (compositor original del tema y miembro del grupo OPA). Es más, en el CD de Iman Especial 30 Aniversario, Marcos improvisa en uno de los temas jugando con la melodía principal del tema “Paraná”, así que no me hicieron falta más razones para convencerlo a grabar en nuestra propia versión del tema. Finalmente el tema se escapó un poco de lo que era la línea a seguir en Melange y acabó formando parte del material de Senogul.


Eduardo: en todos los casos hay una valoración y respeto mutuo por la trayectoria artística de cada invitado. A John Falcone, fagotista co-principal de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y líder de un cuarteto de jazz, le conocía desde hace años y encontraba muchos puntos musicales en común, con muchas ganas de poder colaborar en algún proyecto. Recuerdo escuchar con él discos de Univers Zero y News From Babel, por ejemplo. Con Juan Antonio Martínez o Chema Fombona había compartido ya algún proyecto musical, mientras que en el caso de Theodosii Spassov, todo surgió de manera espontánea a raíz de conocer su música hace varios años y de un viaje a Bulgaria en el que me traje varios CDs suyos. Ha habido mucha coordinación y un espíritu muy creativo por parte de todos, algo que no es nada fácil teniendo en cuenta que había un poco de todo: gente de todas las edades, de diferentes trayectorias, de distintas regiones, idiomas diferentes… y aún así, hemos sido capaces de coordinarlos a todos. Eso también habla a favor de nuestra música, naturalmente.

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Tales From Buanga

Entrevista a SENOGUL - Agosto 2011 (3ª parte)

J -Mencionáis en el librito que os ha ayudado un tal Miguel Fernández con el Mini-Moog. Eduardo cuéntanos ¿En qué ha consistido esta experiencia?


Eduardo: este Mini-Moog estuvo presente en legendarias grabaciones de bandas asturianas como Nuberu o Cuélebre, puesto que fue el que usó el teclista –fallecido en 1983– Berto “Turulla”, uno de los pioneros del rock progresivo en la Asturias de los 70. Miguel Fernández, profesor de acústica y organología del Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner (Oviedo), y un destacado contrabajista y técnico de sonido durante los años 70, mantuvo el Mini-Moog en el conservatorio con fines didácticos. Gracias a él pude adquirirlo y utilizarlo en grabaciones, incluyendo una importante puesta a punto que él hizo, soldando algunos cables que estaban sueltos y consiguiendo una alta estabilidad en sus circuitos. Este Mini-Moog representa una importante faceta de nuestra historia musical, y me enorgullece saber que hoy continúa vivo y con actividad. Últimamente lo estoy utilizando mucho en otros proyectos, en los que exploto los registros graves consiguiendo sonoridades cercanas al bajo fretless.


J - ¿Es difícil tocar en directo un trabajo como este donde habéis contado con bastantes invitados y además habéis utilizado muchos y variados instrumentos?


Eduardo: me gusta pensar en dos formatos en los que el músico se explaya con medios y recursos distintos. Estudio y directo cumplen su función, y al igual que cada directo se ha de plantear de forma distinta (dependiendo del tipo de espacio, audiencia, hora, etc), me gusta redefinir cada pieza y que cobre una vida diferente en vivo (lo que contribuye a que nuestra música esté en continuo movimiento y re-definición, incidiendo en ese proceso de evolución al que antes aludía). Creo que eso también fue algo que aprendimos al re-arreglar nuestro Concierto de evocación sonora para los recitales en directo. Por ello, a la hora de re-arreglar para directo, aunque no tengamos todos los medios disponibles intentamos que ello no repercuta en la intencionalidad del mensaje musical.


Pablo: como explica Eduardo, en Senogul tenemos un concepto diferente para el estudio y para el directo. En directo solemos imprimir más energía a los temas y suplimos la falta de colaboradores con nuestros propios recursos.


J - ¿Cuál ha sido el tema más difícil de acabar? ¿Cuál es vuestro favorito?


Eduardo: Con respecto a los temas más difíciles, quizás destacaría “The Black cat” por su complejidad técnica y rigurosidad métrica, y “Gameland”, por intentar preservar ese carácter de espontaneidad de la música tradicional y combinarlo con registros más matemáticos. Me resulta muy difícil destacar un tema como favorito, pero señalaré dos: “La serpiente de jade”, por su fluidez y por su swing (creo que es una de nuestras mejores interpretaciones), y “Sopa colorá”, donde además hay una larga cadenza para piano de mi autoría y que significa mucho para mí.
Pablo: El tema más difícil de acabar, quizá haya sido el “Sopa Colorá”, pues cuenta con pasajes de buena complejidad y los arreglos también han sido muy trabajosos. Personalmente “La serpiente de jade” me ha llevado mucho tiempo de trabajo (quizá unos 3 meses). Era un tema que también empezó siendo concebido para el proyecto Melange, pero que por el cariz que adoptaba pasó a formar parte del repertorio de Senogul. Ese tema lo compuse en su mayor parte cantando las líneas de los diferentes instrumentos, grabándolas con la ayuda de un programa informático para maquetarlo. De este modo pude componer de una manera “vocal” los saxos, el violín, el bajo, el acordeón, etc. Israel me ayudó a completar algunas líneas con la guitarra, un amigo (Adrián Marqués, del grupo Nightjar) colaboró con las transcripciones, Edu hizo los arreglos para los saxos y creó sus partes de teclado, etc. El hecho de que las melodías de un tema sean compuestas con la voz (o sea, que sean cantables) le dan una belleza especial y lo hacen más fácilmente asimilable.


J -La percusión parece que ha tomado cuerpo en Senogul ¿Esto viene dado por la importancia que adquirió la percusión en vuestro anterior trabajo?


Pablo: la introducción de la percusión en la banda fue un punto de inflexión en la historia del grupo, algo que sucedió poco antes de la grabación de nuestro segundo disco. Con la percusión trato de ampliar la riqueza rítmica y tímbrica del grupo. Es un complemento que a día de hoy es fundamental en el grupo y parte de su personalidad.


J - La intro del álbum, "The Nightstalker", está interpretada con un instrumento chino llamado Sheng. Como este instrumento aparecen otros de nombre "raro", como una marímbula eléctrica ¿Quién del grupo es fan de estos “cacharros”?


Pablo: soy coleccionista de instrumentos musicales de otras culturas, desde Asia a África, pasando por Oceanía o Sudamérica. El Sheng es un instrumento antiquísimo, procedente de China. Es un aerófono de lengüeta libre, en el que se inspiran instrumentos más modernos como el órgano de iglesia o el acordeón. Utilicé ese instrumento en la obertura del disco porque con él es fácil generar atmósferas de tensión francamente emotivas, recurriendo al empleo de disonancias. La marímbula eléctrica no deja de ser una sanza grave, que en la región de las Antillas hace el papel del bajo eléctrico. No obstante la que utilicé en “Pijamas” es una marímbula un poco peculiar, de pequeño tamaño, con una pastilla encapsulada dentro de una cúpula de barro que le da una reverberación fantasmagórica. Este tipo de instrumentos le aporta una riqueza tímbrica al grupo difícil de conseguir a partir de una formación compuesta exclusivamente por guitarras, bajo eléctrico, batería, etc.


Pedro: Somos fans de los sonidos. El “cacharro” que se utilice para hacerlos no es importante. Tan válida es una guitarra como un sheng o como una aspiradora. Lo que queda en el disco son ondas sonoras, y todo vale con tal de conseguir el sonido que queremos en cada momento. Solamente son raros por motivos socioculturales y porque la música pop se ha limitado mucho a determinados instrumentos. Nosotros optamos por romper esa barrera.


J - Personalmente el tema "Parana", versión que hacéis de forma muy personal del tema original de Airto Moreira y Hugo Fattoruso, lo encuentro descolocado de la onda del álbum, un tema alegre y divertido... pero poco "sesudo" respecto al resto de temas ¿Qué opináis sobre esto?


Eduardo: bueno, todo es muy relativo, por supuesto. A nosotros siempre nos ha gustado que en nuestros trabajos haya variedad de dinámicas, contrastes (sin llegar a límites abruptos) y piezas que reflejen distintas facetas e inquietudes del grupo. La colocación de las piezas en el disco estuvo muy estudiada, y de hecho, el carácter alegre y fluido de “Paraná” choca conscientemente con la oscuridad y la densidad del universo de Poe (presente en “The black cat”). Observando la globalidad de la obra creo que ese tema encuentra una identidad bien distinta a la que pueda apreciarse a nivel individual, al margen de la apreciación de cada uno, claro. Nunca se ha planteado como un tema menor dentro del disco, ni muchísimo menos. Se me ocurre, por ejemplo, cuando a veces en un disco clásico de rock progresivo se identifica una pieza como “balada” o como “pieza liviana”, en comparación con las grandes suites y ello conlleva connotaciones negativas. Pienso, como ejemplo, en un boogie como “Benny the bouncer”, de Emerson, Lake & Palmer, y creo que en ocasiones es más criticado por lo que no es que por lo que es realmente.


Pablo: Paraná aparece originalmente en el disco Fingers de Airto Moreira en 1973 (fantástico año para el rock progresivo y para la música en general). Curiosamente Airto se acompaña en ese disco de los músicos uruguayos de OPA, una formación muy próxima al rock progresivo. OPA influyó en mayor o menor medida en el sonido y la música de Imán y nosotros estamos también influidos por sendos grupos. Esto que aquí relato son una serie de correlaciones o enlaces entre influencias más o menos indirectas. El que nosotros hayamos escogido ese tema para versionar tiene fundamentalmente una razón sentimental, pues comenzamos a tocarlo en nuestros primeros directos con Senogul, allá por el año 2005 (aunque no lo registramos en nuestra demo Cosecha años 70). Tomamos el tema original y le dimos un tratamiento sinfónico con la inclusión de los solos de guitarra y los acompañamientos de sintetizador, aumentando también si cabe, la potencia de la línea vocal.


Israel: Es cierto que al lado de temas como “The black cat”, “Paraná” puede sonar demasiado “ligero” o sencillo. El ser un tema brasileño tampoco ayuda a que los seguidores más acérrimos del rock progresivo logren digerirlo en su justa medida. El quid de este tema está en que hemos derivado la canción hacia el rock sinfónico. Para lograr disfrutarlo recomendaría centrarse en los colchones de teclado durante el solo de Marcos Mantero, que proporcionan una variación armónica muy al estilo de Tony Banks.
J – El aspecto serio o formalista de la mayoría de los temas contrasta en ocasiones con momentos donde rompéis con un toque étnico, alegre y bailable a través de la bossanova o de la salsa. ¿Cómo veis esta cohesión entre lo serio y lo alegre?


Pablo: Nosotros consideramos nuestra música como algo muy serio, pero desenfadado. En Senogul conviven perfectamente lo culto o formal, con lo callejero, hay una coexistencia natural entre ambas formas de entender la música, o sea que los puristas de cualquier estilo podrían detestarnos fácilmente, o quizá admirarnos por la facilidad con la que pasamos de un “estilo” a otro. Si reducimos la música a ritmos y melodías, nos es indiferente que algo tenga un ritmo de bossa nova o salsa, lo importante es que tenga una buena energía y una melodía bella sin caer en babosadas. Si reducimos la música a fórmulas matemáticas quizá el cuerpo agradezca que después de varios compases de 5 x 4 o 9 x 8, se presente un 4 x 4 con el que puedes mover fácilmente la cabeza sin pillar tortícolis. Por otra parte opino que el hecho de que una música sea bailable no le resta seriedad ni calidad (en cualquier caso puede ser un valor añadido). La música de camdomblé o el bembé son músicas bailables y sin embargo cualquiera les dice a los santeros que no es seria, porque para ellos es lo más serio del mundo, así que todo es relativo.


Pedro: nos divertimos tocando y eso se traduce inevitablemente en la música. Y nos gusta que la gente se divierta en los conciertos, claro. Nos gusta el feedback del público, y el baile es la forma más básica de esa interacción. Aparte de eso, hay temas sin elementos étnicos que tienen un aire desenfadado y hasta cómico (“Pijamas”).


J - “Sopa Colorá” subraya vuestra pasión por el rock andaluz, tal como sucediera en el primer trabajo, a mí me suena mucho a Alameda por la faceta coplista. ¿Para cuándo os atreveréis con un tema con más riesgo compositivo a lo Triana?


Eduardo: Creo que es arriesgado (valga la redundancia) hablar de “riesgo compositivo” ¿La música de Triana tiene más riesgo compositivo que la de Alameda? No estoy seguro, al menos a nivel técnico o incluso estructural. Quizás te refieres –entiendo yo – a una mayor carga de profundidad emocional y de supuesto dramatismo (lo que parece que otorga mayor seriedad y trascendencia) frente al carácter más desenfadado y bailable de Alameda (algo que no siempre es así, pero que puede valer para entendernos). Bueno, supongo que todo será cuestión de emociones. En “Sopa Colorá” hay una parte central en tonos menores que, para mi gusto, se acerca más a Triana que a Alameda, al igual que pasa en “La mulata eléctrica”. El swing y la danza es algo que llevamos dentro y que nos gusta que fluya, pero creo que se equilibra bastante con otros pasajes más introspectivos. En cualquier caso, creo que en Triana tenían mucho peso las letras de Jesús de la Rosa, cuya poesía marcó mucho la sensibilidad de su propio sonido. Al menos de momento, nosotros no canalizamos esas emociones ni trabajamos con textos.

continua...
Sopa Colorá

Entrevista a SENOGUL - Agosto 2011 (4ª y última parte)

J - En "Black cat" Pablo utiliza "voces espectrales" ¿De alguna sesión de espiritismo? ¿Los maullidos son de algún gato en especial? ;-)))


Pablo: los maullidos del gato los hice con mi bajo eléctrico conectado a un pedal de EHX, el Microsynth para bajo, a base de bendings. Creo que quedó bastante real porque el gato de mi vecino siempre se altera cuando llega esa parte. Las voces espectrales fueron bautizadas así por lo que representan, que es la voz de los espíritus, más que por la forma en la que se grabaron. Aunque puedo decirte que una vez escuché el trabajo de las guitarras acústicas me vinieron a la cabeza las voces y las grabé a primeras tomas con una buena inspiración, como el médium que hace escritura automática.


Eduardo: en el Concierto de evocación sonora empezamos a desarrollar, además, una faceta más poética con respecto a todos los textos de nuestros libretos (algo que cuidamos muchísimo). En su día escribí lo que bauticé como “Texto evocacional” y que finalmente se incluyó en el libreto, como una pequeña guía sugerente para que el oyente se introdujera en el disco, intentando cuidar no condicionar demasiado la escucha. Esto derivó en una conferencia con audiciones sobre el método de composición y recepción utilizado en este álbum y que he impartido en algunos círculos académicos. Yo, como musicólogo, y Pablo, como coleccionista de instrumentos, intentamos confeccionar para los libretos una pequeña guía instrumental que puede ayudar, al oyente curioso, a que profundice en otros estilos y culturas, buscando información sobre cada recurso instrumental utilizado. También nos gusta mucho usar referencias poéticas hacia ciertos sonidos, con los valores que nos inspiran. Por ejemplo, para la pieza incluida en el proyecto Cani Arrabbiati, un pasaje creado y grabado por Israel que implicaba la superposición de varias líneas de saxofón, lo bautizamos como extravaganza, como guiño a las texturas corales de Queen y que como tal se indican en el libreto de A night at the Opera.


J - Gameland se basa en una melodía balinesa arreglada por Pablo ¿Cómo trabajáis el tema de melodías y armonías a la hora de componer?


Pablo: después de descubrir la música de “gamelan” de Bali, sentí que ahí teníamos un filón para poder hacer una adaptación o arreglo sobre alguno de aquellos temas de ritmos desenfrenados. Sabía que podríamos hacer algo original. Con “Gameland”, seleccioné una pieza de gamelan que me gustaba particularmente y sustituimos los gongs por los teclados de Edu (sonido marimba, el mismo que en “De Nooijer”) y le añadimos el bajo para darle consistencia. Las flautas Suling del gamelan fueron sustituidas por las guitarras eléctricas de Israel y Pedro añadió unos contrapuntos rítmicos a algunas partes contundentes, dándole un aire un poco cómico a alguna de las secciones. El kaval se añadió posteriormente, como un momento solista dentro del tema, que debía desembocar en un clímax. En cuanto a la composición de los temas, cada tema es un mundo y utilizamos muchas formas de composición diferentes.


Eduardo: por seguir con el caso de “Gameland”, en las partes de marimba tuve muy presente la música de Steve Reich (obras como Six marimbas o sus distintas Phases). Cuando creamos las texturas electrónicas, lo planteamos como una especie de analogía entre lo tribal ancestral y los ritmos hipnóticos de la electrónica actual, como dos prácticas culturales con elementos comunes pero medios distintos. Igualmente al final hay una sección “pregunta-respuesta” entre instrumentos acústicos y eléctricos. Con el Minimoog me inspiré en el Rick Wright de piezas como “On the run”. Como ves, hay muchos elementos que están en la base creativa de cada composición. Luego, al materializarse en estudio, cobran otra impronta. Siempre vi un aire muy a lo John Zorn en esa mezcla con ritmos punk y hardcore y pasajes más minimalistas, alternados de forma abrupta y sin concesiones. Son dos minutos muy intensos.


J - Un instrumento como el kaval interpretado por Theodosii Spassov en "Gameland" fue grabado en Bulgaria ¿El resto de colaboraciones han sido también grabadas en el lugar de origen del invitado? ¿Cómo se realiza la mezcla final?


Israel: En el caso de Theodossi, dada la distancia que nos separa y que él cuenta con medios para hacer sus propias grabaciones, el único modo de formalizar nuestra colaboración fue que él grabase por su cuenta sobre una pista base que le enviamos. En el resto de los casos, dado que se trata de músicos residentes en Asturias o al menos España, siempre pudimos contar con algún miembro de Senogul presente en las grabaciones. Éstas se efectuaron en diferentes estudios, en muchos casos caseros, como el del propio Manglis. Marcos Mantero grabó en casa de Pedro, pues tiene familia en Gijón y viene por aquí con cierta frecuencia. Chema Fombona (batería y percusión) tiene su propio estudio, en el cual también grabó John Falcone (fagot). Alejandro Ares grabó el acordeón en el estudio de Ángel Berdiales (el sexto Senogul), que es donde finalmente se mezclaron y masterizaron todos los temas.


J - Eva D. Toca ha dejado la banda y en su lugar a entrado Rafa Yugueros a la batería ¿Qué puede aportar a la música de Senogul?


Pablo: Eva es una grandísima baterista, con un sentido del ritmo estupendo y muy buen gusto en los arreglos percusivos. Rafael Yugueros es un batería con tanta experiencia como Eva, abierto a múltiples estilos musicales, aunque es especialista en rock y heavy metal. La presencia de Yugueros en el grupo creo que puede incrementar aún más la energía de los directos, dándoles si cabe más espectacularidad. Aparte de eso, Rafa es un soporte rítmico preciso y contundente para el grupo.


J - Creo haber leído que vuestro próximo trabajo será grabado en directo ¿Es así?


Pablo: a día de hoy lo único que tenemos en mente es llevar nuestra música lo más lejos posible y promocionar especialmente nuestro tercer disco. Es cierto que algunos temas del segundo disco adoptan otra dimensión mucho más rockera en directo y nos gustaría algún día plasmar esa faceta en una grabación en vivo, con repertorio de los tres discos. Espero que algún día podamos llevarla a cabo, quizá en los próximos años.


Pedro: lo íbamos a grabar en las ruinas de Pompeya, pero parece ser que ya lo hizo alguien antes…


J: ¿Algún contacto con los organizadores de los tres festivales progresivos que se celebran en España (Peralta, Finisterra y Bornos)?


Eduardo: Con respecto a lo de los festivales, te diré que estamos en contacto con los organizadores de los tres festivales (incluso hemos asistido como público a los dos primeros) y que apoyamos su iniciativa. Para nosotros sería un privilegio que contarán con nuestra aportación. Veo de gran importancia la unión de músicos, promotores y aficionados a géneros como el rock progresivo, puesto que todos son eslabones de la misma cadena y cada uno cumple su función. Me gusta mucho respirar el ambiente que se crea en estos eventos.


J: pregunta obligada por su actualidad. ¿Que pensáis sobre el asunto del SGAE?


Eduardo: En cuanto a la SGAE, la verdad es que es un asunto muy complejo. Mi idea sobre lo que debe acoger los "derechos de autor" ha ido cambiando con los años. Entiendo que la obra del artista se ha de proteger y reconocer, para lo que existe la propiedad intelectual. Cómo se puede velar y gestionar de una forma equilibrada y coherente, permitiendo la difusión y también beneficiando al artista sin perjudicar al público, pues no lo sé. Desde luego, condeno la corrupción y el excesivo mercantilismo en cualquier ámbito. Para la SGAE será muy sano regenerar su junta directiva. Creo también que hay que buscar nuevas formas de integración y co-existencia con la distribución digital.


También es importante reforzar en la educación que todo conlleva un esfuerzo. En el caso del proceso de creación y registro, está muy claro; también en el que consume la cultura. Hay que buscar el acercamiento al ítem artístico sin promover su devaluación a través de no poner límites. Creo que, precisamente, uno de nuestros peores males es que hoy la cultura se entiende más como consumo que como enriquecimiento.


J - ¿Queréis añadir algo más? ¿Alguna pregunta esperada pero no realizada para responder?


Senogul: muchísimas gracias a ti, Juan, por la entrevista y por tu interés. Saludos a todos.

 
Gracias a vosotros y un saludo
Juan

lunes, 22 de agosto de 2011

Senogul : III (2011)


Estamos ante el tercer álbum de la banda asturiana SENOGUL, un trabajo que recoge el testigo progresivo traspasado de su álbum debut, pero que además viene enriquecido musicalmente hablando, por las vivencias y aprendizaje de cada uno de sus músicos en proyectos precedentes, tanto en solitario como en grupo, precisamente uno de ellos como grupo fue su segundo trabajo "Concierto de evocación sonora", que supuso un punto de inflexión en la apuesta musical del grupo que derivo del sinfo-prog al Folk World Music, pues bien todo esto se refleja y traduce en un trabajo que no solo sobresale en una mayor madurez musical sino además en un elaborada y esmerada producción del disco, con un amplio registro y detalles sonoros donde tiene cabida casi todo.

Encontramos de nuevo, como claras señas de identidad en SENOGUL, la experimentación y ese espíritu libre de su forma de componer. Hay componentes fijos como el sonido étnico, la tímbrica, la variedad percusiva, el jazz, el canterbury, el RIO, el rock andaluz... todo esto forma parte de un concepto ecléctico que hace difícil encasillar su apuesta y consecuentemente abre un gran abanico de posibilidades de llamamiento a un tipo de progfan muy heterogéneo.


Personalmente encuentro corta la duración del disco, no supera los 48 minutos, más contando que el tema "The Black Cat" ya lo habíamos escuchado del álbum "The tales of Edgar Allan Poe: a syNphonic collection" en el 2010, pero bueno todo es cuestión de opiniones.


En cuanto a los temas, empezaría destacando la corta intro "The Nightstalker" con sus atmósferas étnico oscuras y donde podemos escuchar el instrumento chino Sheng. Me encanta en especial el tema "Pijamas", muy elaborado con su transfondo jazzero, la melodía cambiante y la acertada inclusión del basson interpretado este por el invitado John Falcone.


Destacable también el prog complejo y los momentos jazzeros de "La Serpiente de Jade" que contrasta con incursiones étnicas, acrecentado este aspecto por la intervención de instrumentos atípicos en el prog como el acordeón amen de la presencia de violín y saxos.


Tras "Parana" tenemos el tema mas complejo, tenso y misterioso de SENOGUL hasta la fecha, "The Black Cat" incluido como ya he comentado en el doble álbum dedicado al escritor Edgar Allan Poe grabado para Musea en el 2010, a continuación "Tales From Buanga" ofrece la personal experimentación y el protagonismo del bajo y las percusiones de Pablo Canalís.


En "Gameland" tema basado en una melodía balinesa arreglada por Pablo, escuchamos a los King Crimson mas científicos, sesudos y caóticos conviviendo con un pasaje de Canterbury y los trazos étnicos.


Cierra el álbum el tema acostumbrado por SENOGUL homenajeando al rock andaluz, el mas largo grabado por SENOGUL hasta la fecha, "Sopa Colora" con un sonido claro a Alameda y su visión mas coplista y salsera del rock andaluz, aquí intervienen los músicos de Guadalquivir, Luis Cobo "Manglis" y Pedro Ontiveros. Este tema no toca solo el palo del rock andaluz, además hay momentos para la salsa y un magnifico colofón de solo de piano clásico a cargo de Eduardo.


Por poner pegas, personalmente el tema "Parana", versión personal del tema original de Airto Moreira y Hugo Fattoruso, con la participación en los teclados de Marcos Montero de Iman y cantado en portugués por Pablo Canalís, lo encuentro descolocado de la línea musical del álbum, mas entre temas de tono digamos mas serio como "La Serpiente de Jade" y "The Black Cat" y por otro lado respecto a esta faceta mas étnica, la dificultad que puede suponer al oyente mas acérrimo al progresivo en la cohesión de un modelo serio como es el progresivo con lo alegre y bailable que surge de la vena mas étnica de grupo, pero ahí esta la gracia y ese esfuerzo por ser auténticos, por huir o alejarse de los clásicos y a veces de los esquivos clichés.


... en definitiva, estamos sin duda ante uno de los mejores trabajos progresivos realizados en nuestro país desde hace mucho tiempo, SENOGUL creo que ha encontrado un estilo y sonido personal y propio. Lo que queda claro a partir de este III álbum es que el futuro de SENOGUL es mas que prometedor.


Solo me resta aconsejaros encarecidamente su escucha !!!
© Juan


Senogul : III (2011)
Discografica: Disconsonancia / Musea

Temas:

1. The Nightstalker (0:37)
2. Pijamas (8:01)
3. La Serpiente de Jade (5:14)
4. Parana (6:06)
5. The Black Cat (9:09)
6. Tales From Buanga (3:47)
7. Gameland (2:02)
8. Sopa Colora (13:41)

Musicos:

- Pablo Canalís : bajo eléctrico, percusiones, voces
- Eduardo Gª Salueña : piano, teclados, minimoog
- Pedro A. Menchaca : guitarras eléctrica y acústica
- Israel Sánchez : guitarras eléctrica y acústica
- Eva D. Toca : batería

Colaboran:

- John Falcone: fagot (2)
- Juan Antonio Martínez: saxos alto y barítono (3)
- Iris Cárcaba: violín (3)
- Alejandro M. Ares: acordeón (3)
- Rafael Yugueros: batería (3)
- Chema Fombona: percusiones latinas, vibráfono, batería (4, 8 )
- Marcos Mantero: sintetizador (4)
- Theodosii Spassov: kaval (7)
- Pedro Ontiveros: flauta travesera, saxo soprano (8 )
- Luis Cobo "Manglis": guitarra eléctrica, 12 cuerdas y acústica (8 )
- Abelardo Freitas: Abotronics